La innovación empezará en Cataluña. Se tiene por objetivo proteger los derechos tanto de los inquilinos como de sus propietarios. Las fotografías deben ayudar a resolver las controversias que a menudo surgen entre las partes.
Los contratos de arrendamiento deben estar sujetos a materiales fotográficos que reflejen el estado actual de todas las habitaciones y locales, así como el valioso equipo doméstico.
Está previsto que esta práctica se extienda en breve a otras regiones del país.